Annie (2014) es una comedia dramática musical, tercera adaptación cinematográfica después de la película de 1982 de Columbia Pictures y la película para televisión de 1999 de Disney.
Nueva York en la actualidad. La desaprensiva señorita Hannigan ha convertido su inhóspita casa en hogar de acogida, con el único objetivo de cobrar la subvención que le corresponde por cada niña. No siente ningún afecto por ninguna, pero tiene una especial animadversión hacia la encantadora Annie, una niña espabilada y simpática, que ha sido capaz de sobrevivir con buen humor a una vida dura desde que sus padres la dejaron con la promesa de que volverían por ella algún día. Por casualidad, Annie conoce en la calle a Will Stacks, un magnate de los negocios, candidato a la alcaldía de la ciudad, quien decide utilizarla como estrategia para su campaña y la lleva a vivir con él en su espectacular apartamento. A partir de ahí, todo es previsible.
Quvenzhané Wallis está adorable encarnando el personaje de Annie y Jamie Foxx cumple muy bien como el frío millonario que acaba sucumbiendo al encanto de la inocencia. La pareja resulta simpática y sugerente. Por su parte, la voz de María Parrado es una delicia doblando las canciones de la película. Sin duda eso es lo mejor de la película. Pero, en conjunto, “Annie” resulta superficial y aburrida. Una ocasión perdida de haber profundizado en una historia humana que podría haber sido de calado sin ceder nada a la espontaneidad y al buen humor.