Cine y Valores

Alto el fuego

Título original: 
Cessez-le-feu
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2016
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
103
Contenido formativo: 
Crítica: 

LOS FANTASMAS DE LA GUERRA

1923. Georges Laffont, héroe de la Primera Guerra Mundial -profundamente marcado por los horrores vividos en las trincheras y la desaparición en combate de su hermano Jean, que estaba a sus órdenes- lleva, desde hace cuatro años, una vida aventurera en África, en la zona del Alto Volta (Actualmente, República de Burkina Faso). La desaparición de Diofo, su compañero desde el frente, es el detonante para que regrese a Francia. Allí, su anciana madre viuda, cuida de su hijo Marcel, sobreviviente de la guerra pero tan traumatizado que se ha quedado mudo y con la mente dañada no se sabe hasta qué punto. Hélène, una profesora especialista en lenguaje de signos, intenta sacarlo del marasmo en el que permanece sumido. Completa el cuadro familiar la joven viuda de guerra Madeleine, que está iniciando un idilio con el solitario Marcel.

Solo en la primera escena de la película Emmanuel Courcol muestra el horror que han vivido los protagonistas. Un impresionante plano secuencia recorre una trinchera bajo el fuego cruzado de alemanes y franceses, dejando ver la carnicería que va sembrando el suelo, pero sin detenerse en demasiados detalles. Justo lo suficiente para que comprendamos las secuelas que lo vivido ha dejado en los supervivientes. Aparte de esa escena sobrecogedora, la trama es más bien intimista y delicada. Cuando se ha sufrido tanto, no hay vuelta atrás, no es posible el olvido, hay que acostumbrarse a vivir con la memoria herida.

La parte de narración en tierras africanas aporta una atmósfera singular, pintoresca, inquietante y hermosa. Es la naturaleza virgen y exuberante frente a una Francia que intenta con dificultad renacer del dolor y la muerte. Los actores, están todos magníficos, desde Romain Duris, Grégory Gadebois y Céline Sallette hasta el último de los secundarios. Sin embargo, sin dejar de reconocer todas esas cualidades, a partir de la mitad del metraje la trama se hace tan previsible que el espectador prácticamente va por delante de los acontecimientos. Pero aun y así, la película se ve con gusto y permite pasar un rato agradable y entretenido.