Cine y Valores

Aloys

Título original: 
Aloys
Género: 
Puntuación: 
5

Average: 5 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2016
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
91
Contenido formativo: 
Crítica: 

Aloys Adorn es un detective privado huraño y taciturno que vivía y trabajaba con su padre. Pero éste acaba de fallecer y Aloys está ahora sumido en una total soledad, que le sirve de refugio, porque no desea ser molestado por nadie. Su trabajo consiste en espiar a otras personas sin ser visto y filmarlas en su pequeña cámara. Se suele tratar de casos muy delicados, como infidelidades matrimoniales y otros temas por el estilo. Por eso él guarda con mucho celo las cintas grabadas. Pero un día, bebe más de la cuenta y se queda dormido en el autobús. Cuando se despierta en las cocheras, con todo a oscuras y las puertas cerradas, comprueba horrorizado que le han robado la filmadora y todas las cintas. Poco tiempo después, una voz femenina, lo llama por teléfono y le empieza a poner unas enigmáticas condiciones para devolverle todo el material sustraído. A partir de ese momento empieza una extraña relación telefónica entre ambos personajes.

La primera parte de la película, con el misterio de la cámara robada, es una suerte de thriller, y la segunda, una historia de atracción desde lo más profundo del subconsciente de ese hombre solitario. Ambas tienen en común que no forman una línea de acción lógica, sino que presentan a los personajes como flotando en una atmósfera onírica o, tal vez simbólica. En todo caso no se sabe exactamente qué quiere simbolizar.

La historia avanza en un espacio gris e inconsistente entre dos mundos, el real y el imaginario, mientras Aloys Adorn no es capaz de decidirse a dar el salto a la realidad tangible o a replegarse en su extraña caverna de sueños. El bosque en el que se sume en algunos momentos parece ser una metáfora de su propia espesura y confusión interior, de sus deseos y pulsiones sofocados por el temor de la vida real. Pero es todo tan confuso, que el espectador se queda sin entender qué está sucediendo. Es una película para ver, pero no para adentrarse en una trama mínimamente inteligible y menos aún para identificarse con el protagonista. Pero sólo ver es válido –y hasta podría haber sido sugerente- para unos pocos minutos, pero una hora y media de metraje se hace sencillamente insoportable.