Cine y Valores

EL RAPTO

Título original: 
Rapito
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2023
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
125
Contenido formativo: 
Crítica: 

SIN CALIDEZ HUMANA, LAS HISTORIAS NO SON CREÍBLES

Año 1858. En el barrio judío de Bolonia, los soldados del Papa irrumpen en la casa de los Mortara. Tienen una orden del Tribunal del Santo Oficio para llevarse a su hijo de siete años, Edgardo. Una criada lo habría bautizado en secreto cuando era un bebé, pensando que estaba en peligro de muerte. El derecho canónico era muy claro al respecto: todo niño bautizado debía ineludiblemente recibir una educación católica. Y el Papa se negó a entregar al niño, para educarlo en la fe católica. 

El asunto produjo un verdadero escándalo y tanto la opinión pública italiana liberal como la comunidad judía internacional se movilizaron en apoyo de la familia Mortara. Incluso llego a adquirir una cierta dimensión política, en esa época convulsa de la unificación de Italia y del debilitamiento del poder temporal del Papa. Pero la Iglesia y el Papa se niegan a devolver el hijo a sus padres judíos y se reafirman en su obligación de retenerlo para iniciarlo en la doctrina católica.

Lógicamente, los padres de Edgardo hicieron cuanto pudieron para recuperar a su hijo. Todo fue inútil hasta que, doce años más tarde, en septiembre de 1870, coincidiendo con la toma de Roma, que marcó la derrota final de los Estados Pontificios bajo el papa Pío IX y la unificación de la península italiana bajo el rey Víctor Manuel II de la Casa de Saboya, el joven Edgardo fue libre para volver con su familia. Pero, según dice la historia, no quiso regresar con ellos ni volver a la fe de sus padres, sino que se hizo sacerdote católico. El final de la película no se corresponde con los datos que se tienen de las relaciones de Edgardo con su familia.

La trama argumental está inspirada en el libro Il caso Mortara (1996), del escritor italiano Daniele Scalise, que trataba del hecho histórico, sobre el cual, en realidad, se tienen noticias muy imprecisas. Pero Marco Bellocchio sabe sacarle partido a ese incierto suceso para ir desde la historia concreta protagonizada por Pío IX, hasta la institución como tal, la Iglesia católica, sobre la cual lanza una mirada glacial y sin concesiones.

Estéticamente es una obra admirable, con una música envolvente llena de significado, pero todo está bastante sobreactuado y la historia no engancha, a pesar de que la belleza plástica es innegable. Es más el relato de un suceso extraño que una película histórica, aunque Bellocchio es fiel a lo que ha llegado hasta hoy del caso Mortara, excepto en el tramo final de la vida de Edgardo Mortara. Sin embargo, la trama no aparece como creíble ni tampoco los personajes resultan cercanos al espectador. De hecho, Edgardo, niño o adulto, es un tipo raro con el que no solo no se empatiza, sino que produce rechazo.

Una película desigual en su hechura, que provocará también reacciones desiguales.