Cine y Valores

EN NOMBRE DE LA TIERRA

Título original: 
Chlopi
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2023
Distribuidora: 
Duración: 
114
Contenido formativo: 
Crítica: 

EL EGOÍSMO Y LA VIOLENCIA TIENEN EFECTOS PERVERSOS

Jagna, una joven campesina que vive con su madre, es obligada a casarse con Boryna, un granjero viudo mucho mayor que ella. Sin embargo ella está enamorada de Antek, el hijo de su prometido, quien, a pesar de estar casado y tener varios hijos, está obsesionado con la joven Jagna.

La aldea polaca en la que viven es muy dada a chismes y murmuraciones, y Jagna ha sido siempre el blanco de las habladurías y difamaciones porque su extraordinaria belleza despierta recelos en las mujeres y fuerte atracción en los varones. Su compromiso con el hombre más rico de la comarca no hace sino avivar las envidias y los deseos reprimidos de los habitantes del pueblo, pues se sabe que Marcjana, la madre de Jagna, ha logrado un buen acuerdo con el anciano, quien ha cedido a su prometida sus mejores tierras. Jagna se convierte entonces en la persona más odiada y difamada por sus conciudadanos.  

Antek, por su parte, ha reñido con su padre que se porta con él como un tirano. Airado, abandona la granja familiar con su mujer y sus hijos, condenados a la miseria total. Oculto entre las sombras, no deja de buscar a Jagna.

La película es una adaptación de la novela Los campesinos del autor polaco łWladyslaw Stanislaw Reymont. Dicha obra le valió el Premio Nobel de Literatura en 1924. Siguiendo sus detalladas descripciones de la vida y las costumbres de los campesinos polacos, la evolución de los personajes se enmarca en la sucesión de las estaciones, con un curioso contraste entre las bajas pasiones y la brutalidad de los seres humanos frente a la majestuosidad y la belleza de la naturaleza.

Hugh Welchman y Dorota Kobiela, directores y guionistas, nos ofrecen otra obra tan portentosa como su anterior película, Loving Vincent (1917), un homenaje a Van Gogh en el que cada fotograma era un cuadro pintado sobre óleo.

En el film actual, los actores trabajaron casi siempre con cromas que luego se sustituían por pinturas y se animaban con ordenador. Se trata de cuadros de estilo realista y preimpresionista, inspirados en obras de más de treinta pintores polacos de finales del siglo XIX y principios del XX, combinadas con técnicas cinematográficas y de animación del siglo XXI. El resultado es visualmente prodigioso.

El buen trabajo de los actores en En nombre de la tierra queda un poco difuminado tras el retoque de las imágenes, pero es justo reconocer que sin unas buenas interpretaciones de base, el resultado no hubiera sido tan espectacularmente hermoso.

No resulta tan atractiva la trama de la película, quizás porque se ha seleccionado del relato escrito aquellas partes o aspectos que pudieran ser más digeribles para el espectador de hoy, como la injusticia y la violencia sobre las mujeres, hasta convertir el guion en una narración feminista y anti «patriarcal».

A pesar de sus rasgos de melodrama decimonónico, redefinido para constituir un alegato feminista, que hacen la narración bastante densa, el espectáculo visual es de una tal belleza, que merece la pena no perderse la película.