Cine y Valores

LA SIRVIENTA

Título original: 
LA SIRVIENTA
Género: 
Puntuación: 
8

Average: 8 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2023
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
105
Contenido formativo: 
Crítica: 

AUTÉNTICO FEMINISMO

Lera, una inmigrante ucraniana trabajadora del servicio doméstico, es acusada de un robo. En el calabozo de las dependencias de un cuartel de la Guardia Civil conoce a Mihaela y a Julia, dos prostitutas a las que narra la historia de un personaje que le salvó la vida: Vicenta María López Vicuña. Así arranca el biopic de esa mujer excepcional, estructurado a base de capítulos dedicados a los distintos personajes relevantes de la trama.

Esto implica numerosos feedbacks para retrotraernos al origen de cada uno ellos. Pero, lejos de darle pesadez a la narración o sensación de repeticiones, el guion consigue profundizar cada vez más, a través del trazado de protagonistas y antagonistas, en el sentido profundo de la trayectoria de esa mujer extraordinaria que con tantas dudas y dificultades consiguió iniciar una obra que todavía hoy sigue dando grandes frutos en distintos puntos del planeta.

Una vez más, Pablo Moreno nos sorprende por cómo es capaz de conseguir con muy pocos medios una obra fílmica bien realizada, con una puesta en escena más que correcta, una buena ambientación y un trabajo actoral impresionante. Efectivamente, la ambientación está muy lograda, sin que se perciba ningún anacronismo en los exteriores de Madrid, con unos decorados, mobiliario y vestuario impecables para ubicarnos en la segunda mitad del siglo XIX.

El elenco está muy bien en su conjunto. Magnífica, como siempre, Assumpta Serna, en el papel de doña Eulalia, personaje decisivo en la vida y en la obra de su sobrina Vicenta María; convincentes Cristina González del Valle y Daniela Arias,  como la misma Vicenta María, de mayor y de niña respectivamente; muy bien también Eva Jakubovska, como Lerna, la ucraniana detenida por la Guardia Civil; qué decir de Elena Furiase, como prostituta a la que se le abre un nuevo horizonte de interrogantes, por citar solo algunos de los personajes femeninos. Igualmente correctos Juan Alberto López, Rafa Jiménez, Sergio Cardoso, Oscar Martín, Luis Fernández de Eribe, Raul Escudero, etc. Sin olvidar el fugaz cameo del mismo Pablo Moreno. Es una película de muchos personajes y todos, principales y secundarios resultan creíbles. Hay que resaltar, pues, la buena dirección de actores.

La película es sencilla, en el sentido de que no hay artificios ni efectos especiales. Pero sí hay lugar para algunos símbolos bellísimos, llenos de sentido en la trama argumental. Después de dudas, pruebas y sufrimiento que leemos en el rostro atribulado de Vicenta María, un primerísimo primer plano de unas ramas de cerezos en flor nos abre al nacimiento de la primavera de un proyecto de vida por fin asumido. 

 La pluma estilográfica abierta, sin capuchón, que cae de lo alto hasta lo más bajo, simboliza el compromiso por llevar la cultura hasta los estratos más deprimidos –tan presente a lo largo de toda la película– como forma de abrirles caminos y horizontes para el crecimiento personal y la inserción en la sociedad. Esa pluma, de un ilustre abogado que tuvo el gesto de generosidad de devolver bien por mal, es la imagen de la  promoción humana. La pluma cayó en el barro, pero, como la muerte de su dueño, no fue infecunda, sino que germinó en el agradecimiento y la conversión que se plasmaron, también simbólicamente, en un papel, viejo y arrugado, pero que contenía con un poema, fruto del ascenso al mundo de la belleza.

La trama nos va mostrando los comienzos de la Congregación de Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico, difíciles, dolorosos a veces, con noches oscuras, pero con la certidumbre que da la fe y la fuerza que brota de la fidelidad a la entrega incondicional al amor al hermano. En ese sentido, la película es un buen instrumento para conocer la ingente labor de esas religiosas que han sabido adaptarse a las cambiantes circunstancias de la historia y que hoy, sin duda con las mismas necesidades y urgencias que en la época de su fundación, siguen entregándose con toda el alma a ayudar a tantas mujeres, especialmente jóvenes, a no naufragar ni caer en manos desaprensivas y a encontrar un lugar en que vivir y trabajar en paz. Es la auténtica promoción de la mujer, sin palabras altisonantes, sin propagandas ideológicas y vocingleras. Es la lucha por salvaguardar la dignidad de tantas jóvenes en situación vulnerable.

Bajo la historia concreta de una mujer valiente y luchadora, que tuvo el coraje de asumir una gran empresa contra tantas dificultades. Encontró luz y fuerza en la presencia de Dios en su vida y en un entorno de familia ejemplar –sus tíos Eulalia y Manuel–, y en personas buenas y entregadas que, no sin alguna deserción y amarga decepción, se unieron a su sueño. 

Es una película muy interesante que nos muestra la realidad de una época difícil en España, cuando las chicas humildes que llegaban de los pueblos a la capital para buscarse una vida mejor, sin más equipaje que una maleta llena de hambre y de sueños, tenían que enfrentarse a dificultades casi siempre insalvables. Y con el personaje de Lerma nos muestra cómo esa misma realidad tiene hoy en día otras formas, sobre todo la inmigración, pero las mismas situaciones, injusticias, necesidades y peligros.