Cine y Valores

UN PEQUEÑO MUNDO

Título original: 
Un monde
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2021
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
72
Contenido formativo: 
Crítica: 

LA CRUELDADA DEL ACOSO ESCOLAR

Primer largometraje de Laura Wandel que nos traslada al patio de una escuela donde Nora, de solo 7 años, asiste impotente al acoso que sufre su hermano mayor. 

Seleccionada en la categoría “Un certain regard” en el Festival de Cannes 2021, la película se hizo con el premio de la crítica internacional. Wandel nos sitúa durante una hora y cuarto en el ámbito nada idílico de un patio de recreo. La cámara se sitúa a la altura de los niños, de tal modo que, prácticamente, de los adultos se ve poco más que las piernas. Así nos pone en situación para vivir de cerca todas las dificultades de la integración y la crueldad terrible del acoso escolar. 

No se trata de un trabajo de “investigación” sobre el acoso ni de mostrar en qué consiste y cuáles son sus causas y sus mecanismos. Laura Wandel nos lleva a ver a través de los ojos de una niña y, de este modo tan sensible, nos hace experimentar directamente toda la violencia de la que puede ser capaz un ámbito escolar.

La película arranca con el temor de la pequeña Nora de abandonar los brazos de su padre para entrar en esa aventura desconocida que es la nueva escuela. Con ella, penetra también el espectador en ese patio, lleno de ruidos, gritos y juegos, en el que, en cada grupo de niños impera la ley del más fuerte. Nora está descubriendo las relaciones con los compañeros, y a su deseo de integrarse y de aprender, nada fácil para ella, se añadirá una dificultad aún mayor, cuando descubra el cruel acoso del que es víctima su hermano. La pequeña se encuentra entonces en una difícil encrucijada entre su padre, que la anima a contarlo todo, la necesidad de integrase ella misma con sus nuevos compañeros, y su hermano, que le pide que guarde silencio. Un conflicto muy difícil para una niña de tan tierna edad.

La puesta en escena es de una gran precisión, y el montaje y el sonido son excelentes. A ese gran trabajo de la cineasta belga hay que añadir el magnífico trabajo actoral de la pequeña Maya Vanderbeque y también de Günter Duret, el atormentado hermano en la ficción.

Por momentos, la película puede casi parecer un documental, por el trato realista de la historia, que va más allá del caso de la pequeña Nora para lanzar a la conciencia del público un problema real que debe ser afrontado con coraje y eficacia.