Cine y Valores

DELICIOSO

Título original: 
Délicieux
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
Año: 
2021
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
112
Contenido formativo: 
Crítica: 

EL BUEN YANTAR

Francia, siglo XVIII. Empiezan a soplar vientos de revolución, pero la nobleza sigue preocupada en competir en quien puede tener platos de mejor calidad en su mesa. En el palacio del duque de Chamfort, Pierre Manceron, un jefe de cocina de gran talento, creativo y audaz, fiel a su dueño pero en absoluto servil hace las delicias de los comensales, una corte de aristócratas ridículamente vulgares y tremendamente glotones.

Las costumbres culinarias son muy rígidas y los paladares no están abiertos a la novedad. Sin embargo, para Manceron, su arte no conoce límites y un buen día presenta a los invitados un hojaldre de patatas, una legumbre que se considera indigna de las gentes refinadas. Como consecuencia de su osadía, el cocinero es humillado en público y despedido de la casa. Herido y decepcionado, decide entonces abandonar la cocina y se retira a su casa, en medio del campo, con su hijo adolescente.

Allí aparece Louise, una misteriosa mujer que aspira a ser su discípula. Tras no pocas dudas y vacilaciones, Manceron siente renacer en él la pasión por la cocina. Juntos los tres, Louise, Pierre y su hijo, van a crear un lugar abierto a todo el mundo para disfrutar de la buena mesa: el primer restaurante de la historia. Una novedosa y revolucionaria idea que les supondrá clientes entusiastas, pero también enemigos acérrimos.

Éric Besnar nos ofrece un cuento amable y, como tal, lleno de llegará a convertirse en una posada llena de vida y bullicio. Las dos personas que lo habitan simbolizan el pueblo oprimido en esos albores de la Revolución Francesa, que están lamiéndose las heridas que les han infringido algunos miembros de esa nobleza que tiene los días contados.

Tal vez se le pueda achacar al director que algunas escenas se alargan más de lo debido, pero es una película agradable, con un color muy acertado en su tonalidad cálida proyectada sobre unos platos de una estética admirable. Ha sido un acierto la elección de Grégory Gadebois (al que recordamos como el oficial Henry en El oficial y el espía), además de por su calidad interpretativa, por su físico, regordete y bonachón, y con una mirada inocente, casi infantil. Muy bien secundado por una Isabelle Carré (La historia de Marie Heurtin) en estado de gracia, que tiende un puente de sentido entre la época y una mujer de hoy. Benjamin Lavernhe y todo el resto del reparto llevan también a cabo un trabajo encomiable.

El primer restaurante de Francia y la nobleza doblegada por el pueblo. Una idea original que permite pasar un buen rato.