EL AZAR Y LA MUJER
El director japonés Ryusuke Hamaguchi está de enhorabuena: en 2021 ha sido reconocido con galardones en los festivales de cine de Cannes y Berlín, entre otros.
En el Festival Internacional de Cine de Cannes, la película Drive my car obtuvo:
- Premio al mejor guion
- Premio del Jurado Ecuménico
- Premio de la crítica
En la Berlinale, la película La ruleta de la fortuna y la fantasía obtuvo el Oso de Plata - Gran Premio del Jurado.
La ruleta de la fortuna y la fantasía se presenta en forma de tríptico, con historias y personajes distintos e independientes, pero los tres relatos protagonizados por mujeres.
En el primer episodio, «Magia (o algo menos reconfortante)», en un largo y reposado diálogo en un taxi, una joven le explica a su amiga cómo se ha enamorado de un joven maravilloso. Sorprendentemente, la historia deriva en un triángulo amoroso involuntario y desconcertante.
El segundo capítulo, «Una puerta abierta de par en par», trata de un intento de manipulación perversa: una mujer casada, estudiante de literatura, acude al despacho de un profesor con la excusa de felicitarlo por un premio que acaba de recibir por una novela, aunque, en realidad, va con intención de comprometerlo para vengar la humillación que le ha hecho sufrir a su amante, que es alumno de la universidad.
En «Una vez más», una mujer acude a una reunión de antiguas alumnas del instituto, pero no encuentra a la persona que buscaba. Más tarde, el azar hace que se cruce con ella en la calle. Una confusión casual y un malentendido van a propiciar un encuentro personal.
Los tres fragmentos son distintos e independientes entre sí incluso en el reparto, pero tienen en común que todos ellos tratan de la inestabilidad vital en una mujer y de la presencia de la casualidad, que sobrevuela a los personajes y cambia el rumbo de sus vidas. Hamaguchi es un maestro en conseguir captar lo más inaprensible del alma humana, en este caso con referencia a la mujer, ya sea joven o madura, y en expresarlo con suave delicadeza.
Cada parte de la película tiene su peculiar encanto, pero la escena más relevante está incluida en el segundo capítulo, cuando la mujer va a la universidad con el objetivo de provocar al profesor y grabarlo sin que él se dé cuenta, para luego publicar en las redes su acoso sexual. Con voz insinuante, empieza a leer un capítulo de la novela premiada, que contiene una descripción que raya lo pornográfico.
Tanto la lectura como el diálogo que suscita tienen una gran carga erótica, pero el cineasta le imprime un tono casi evanescente, que evita cualquier impresión burda o descarnada. Lo que fácilmente hubiera podido caer en una escena de contenido sexual vulgar, a través de la cámara de Hamaguchi se convierte casi en una poesía del encuentro literario entre autor y lector.
Esa capacidad de deslizarse por encima de lo prosaico sin necesidad de eludirlo queda de manifiesto en el momento en el que el profesor avanza lentamente hacia la mujer, que no deja de leer el texto tan subido de tono, Sin dejar de estar atento a la voz de su novela, pasa junto a la lectora para de nuevo abrir la puerta de par en par.
A pesar de la independencia de las tres secciones entre sí, La ruleta de la fortuna y la fantasía presenta unidad es en la forma, típica del cineasta japonés. Excepción hecha de un recurso que solo utiliza una vez, en el primer episodio, cuando repite una escena, dejando que el personaje tome una decisión distinta en cada una de ellas. Afortunadamente no lo repite, porque no se le acaba de ver el sentido en el conjunto, no ya de la película, sino ni tan siquiera del capítulo. Pero a lo largo de todo el film se hace reconocible el estilo de Hamaguchi, su escritura precisa y un estilo de narración ligero y sutil, largos planos secuencia de gran belleza, movimientos de cámara lentos y delicados, con el foco siempre orientado hacia los protagonistas.
Una propuesta muy interesante para cinéfilos y un deleite para los amantes del cine de Ryusuke Hamaguchi.