Cine y Valores

Nuevo orden

Título original: 
Nuevo orden (Lo que algunos soñaron)
Género: 
Puntuación: 
5

Average: 5 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2020
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
88
Contenido formativo: 
Crítica: 

HORDAS DESCONTROLADAS

En la impresionante mansión de una familia muy acomodada, se está celebrando una boda. Los asistentes dan la impresión de ser gente muy superficial, muy seguros con su abundancia de dinero.

De las calles llega a la urbanización de lujo, un ruido de disturbios y algaradas. Pero es otro mundo, allí se disfruta alegremente.

En plena fiesta llega a la casa Rolando, un antiguo y fiel sirviente, para pedir un favor. Su esposa debía haber sido operada de urgencia del corazón, pero el hospital ha sido desalojado a causa de unos terribles disturbios en la ciudad. Si no es intervenida, le quedan horas de vida. La única posibilidad es ingresarla en un centro privado. El médico está dispuesto a no cobrar pero hay que sufragar los gastos de quirófano, una cantidad de la que no dispone Rolando. 

En medio de la opulencia de la fiesta, parece que los anfitriones podrían hacerle el préstamo sin problema. No es así y, aunque le dan una sustanciosa cantidad, no hace posible la operación y, por tanto, salvar la vida de la enferma. Solo Marián, la novia, se conmueve de verdad, está dispuesta a hacer lo que sea para ayudarlo, abandona la fiesta y corre tras Rolando.  

Con ello tenemos la declaración de intenciones de la película: dos clases sociales muy diferenciadas, los ricos y los pobres. La alta sociedad vive encerrada en su burbuja, con bastante indiferencia hacia el dolor de la clase baja. Sin embargo, el desarrollo de la historia no lleva a pensar en una clase social oprimida por los “malvados ricos”, sino que la perversidad sin paliativos está del lado de los revolucionarios.

El título y los créditos aparecen todos con letras vueltas del revés, lo cual está en consonancia con la confusión que se crea en toda la trama. No es un “nuevo orden” sino un caos muchísimo peor que lo anterior. Ni tan siquiera se ve el odio de la revancha (tal vez en algún sirviente), sino sencillamente la ambición de poder y de poseer y la falta total de escrúpulos para matar.

Franco parece recrearse en los detalles de crueldad sin límite. Escenas de ducha colectiva que recuerdan los horrores de los campos nazis, torturas en primer plano, sangre, violaciones, asesinatos, cadáveres amontonados a los que se prende fuego... 

Al final, el espectador se queda sin saber qué va a suceder, en qué va a desembocar la línea argumental, pero lo que sí le queda claro es que las hordas se han apoderado de las calles, han sembrado el caos y el horror, y todo valor humano ha sido anulado.

Desde un punto de vista formal, la película está muy bien realizada, el ritmo es constante y mantiene al espectador clavado en su asiento, en vilo y sin aliento. Pero es tanta la crueldad y tan gratuita (es el mal por el mal, la perversidad por la perversidad), que el film deja desazonado, sin transmitir ningún mensaje, solo pavor de que eso pudiera suceder.