Y LLEGÓ A SER EL DEPORTE REY
Serie inglesa de TV que cuenta con seis episodios de 45 m. Decir que ha sido creada y desarrollada por el británico Julian Felloves es sinónimo de calidad. Fellowes, actor, presentador, novelista, productor, guionista y director de cine, obtuvo un Óscar en 2001 por el guion de Gosford Park (Robert Altman, 2001), y en 2010 un premio Emmy al mejor guion por la serie Dontown Abbay.
Un juego de caballeros está ambientada en la Inglaterra del último cuarto del siglo XIX, cuando el fútbol está empezando a despertar la afición de la población. Hasta ese momento, era un “deporte de caballeros”, aludiendo con ello a las clases altas y a los colegios universitarios. Pero está surgiendo un público apasionado entre el pueblo llano y la clase trabajadora, que necesita de esa válvula de escape para olvidarse por un rato de sus problemas y de la vida difícil en la que tiene que bregar.
Dos futbolistas de clases sociales muy distintas, dos rivales encarnizados en el campo, aunque con la misma nobleza de corazón, Arthur Kinnaird y Fergie Suter conseguirán cambiar el sentido del concepto. El fútbol pasará a ser un juego de caballeros, no aludiendo a una élite social, sino a la caballerosidad de sus jugadores, que deben saber jugar con limpieza, ganar con generosidad y perder con humildad.
Al hilo de los avatares de los dos equipos rivales, el siempre vistorioso Old Etonians, de antiguos alumnos del Eton College, capitaneado por Arthur Kinnaird, hijo y heredero de un acaudalado banquero, y el Darwen FC, un modesto equipo de trabajadores, con Fergie Suter como capitán, vamos conociendo los dramas personales, las grandezas y miserias de un buen número de personajes.
Como sucedía en Dontown Abbay, la pluma de Fellowes va mostrando cómo los grandes valores iluminan la trayectoria vital de los personajes. Así vemos la capacidad de redimirse y encontrar su camino de quien decide superar sus intereses egoístas y actuar con hombría de bien. Uno se disculpa humildemente por la violencia que el odio y la ira le llevaron a ejercer en el campo. La víctima le otorga generosamente el perdón. La mujer sufriente alcanza su paz comprometiéndose con el dolor ajeno. El rico encuentra el sentido del dinero promocionando a quien está dispuesto a luchar por sus sueños. Y el capitán de un equipo renuncia a un jugador para compensar al equipo contrincante.
La serie no alcanza el nivel de Dontown Abbay, pero es una producción muy interesante que merece la pena verse. Bien realizada, muy entretenida y con mensaje de valores humanos. Totalmente recomendable.