I WANT TO BE A PART OF IT, NEW YORK, NEW YORK
La escritora, periodista y humorista estadounidense Fran Lebowitz, nacida en 1950 en Morristown, Nueva Jersey, pero neoyorkina hasta la médula, se reúne con su gran amigo Martin Scorsese para narrarle sus recuerdos del pasado y sus opiniones del presente sobre Nueva York, o sobre otros temas, pero con una mirada y un corazón tan neoyorkinos, que la ciudad que nunca duerme no deja de estar presente ni un solo momento.
Seguimos a la escritora paseando por calles repletas de gente y bullicio, o moviéndose por una gran maqueta de su ciudad amada que le permite comparar lo que fue la Gran Manzana, años atrás, cuando ella llegó y se quedó prendada, y lo que es en la actualidad, en que la sigue amando con la misma pasión contagiosa. La vemos sentada frente al público y respondiendo a sus preguntas, en entrevistas televisivas o, las más de las veces, tranquilamente frente a frente con Martin Scorsese, que no puede evitar reírse a carcajadas con los comentarios de su amiga, siempre envueltos en su típico humor ácido y ocurrente.
Invariablemente vestida del mismo modo varonil, no sin una cierta elegancia, el personaje, seguramente poco conocido en España, despierta el interés del espectador por su curiosa trayectoria a la que hacen alusión en sus coloquios. Aunque nacida en el seno de una familia judía, ella no ha tenido ninguna sensibilidad religiosa y se confiesa atea. El hecho de ser lesbiana le supuso algunos problemas, pero no parece que le hayan dejado ningún poso de amargura y habla de ello con normalidad, con una ponderación que se agradece. En su juventud, desempeñó los oficios más variados, alguno de ellos, el de taxista, reservado hasta entonces exclusivamente para varones. Hasta que pudo empezar como columnista en la revista Interview y en 1978 publicó Metropolitan Life, su primer libro. A partir de entonces su profesión fue la de escritora, si bien lleva varios años sin publicar y se gana la vida con conferencias e intervenciones en televisión.
Escuchar los agudos comentarios de Lebowitz supone un auténtico regalo para el espíritu, pero, además, la serie lleva el sello de calidad de su director, el maestro Scorsese. Hay que destacar especialmente le delicia que suponen los temas musicales elegidos.
Una serie de calidad en la forma y de interés por los contenidos, totalmente recomendable para pasar siete buenos momentos, para reflexionar sobre algunos temas interesantes a propósito del hombre y la literatura, para conocer detalles de la ciudad de los rascacielos... y para descubrir que ¡se puede vivir sin ordenador y sin smartphone!