Cine y Valores

Fahim

Título original: 
Fahim
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2019
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
107
Contenido formativo: 
Crítica: 

JAQUE A LA INJUSTICIA

Nura se ve forzado a huir de su Bangladés natal para evitar las amenazas que pesan sobre él por parte de un régimen opresor. Tras muchas dificultades, consigue llegar a París con su hijo Fahim. Su intención es pedir asilo político, encontrar un trabajo y traerse al resto de la familia, su esposa y dos niños pequeños. Pero la realidad no resulta tan sencilla como los sueños, y Nura vive la angustia de poder ser repatriado en cualquier momento.

Fahim es un preadolescente muy vivo, con una gran capacidad de aprender y de adaptarse a su nuevo país. Pero la principal característica del chico es su sorprendente habilidad para el juego de ajedrez, del que es un auténtico apasionado. En su mente es capaz de ver las jugadas más complicadas, prever las consecuencias de la colocación de una pieza en una casilla determinada, e imaginar la réplica adecuada a cualquier situación.

En medio de la situación lastimosa en que están Nura y su hijo, a la espera de conseguir asilo político, Fahim puede entrar en la escuela de ajedrez de Créteil. Allí, un gran maestro ajedrecista, Sylvain Charpentier, lo ayudará a crecer como ajedrecista y como persona. Charpentier y Mathilde, la directora del centro, se convertirán en los protectores de Fahim y su padre.

La película está basada en el personaje real del campeón de ajedrez Fahim Mohammad. La historia nos atrapa desde el principio y el espectador no puede por menos que conectar con las vicisitudes de los dos bangladesíes buscando su lugar en Francia.

Pierre-François Martin-Laval nos ofrece una película muy entretenida, de hondo contenido humano. Constituye una auténtica lección de perseverancia y esfuerzo, con un guion que tiene muy clara la jerarquía de los valores: es importante ganar, pero es más importante todavía ser una buena persona, noble y veraz. Para ser un auténtico campeón, hay que saber perder y saber ganar.

La bondad de las enseñanzas de del maestro y el buen natural de Fahim, destacan más aún por el contraste con sus contrincantes, un maestro de ajedrez y un discípulo que es su auténtico trasunto, que tienen mal ganar y peor perder.

Isabelle Nanty está fantástica como Mathilde y Mizanur Rahaman cumple bien como Nura. Pero los dos actores protagonistas, Gérard Depardieu y Assad Ahmed, nos ofrecen un auténtico recital actoral como Sylvian Charpentier y Fahim, respectivamente. El resto del reparto hace también un buen trabajo. Gérard Depardieu está inconmensurable (literalmente, en el aspecto físico) en un papel que parece hecho a la medida para él: un grandón (enorme) brutote por fuera pero tierno y muy humano por fuera.

Una película muy entretenida que esponja el alma y reconcilia con la humanidad.