LOS GRITOS DE LA SINRAZÓN
Más que un documental que refleje qué ha supuesto la reivindicación de la legalización del aborto en Argentina, estamos ante un documento propagandístico a favor de la ley del derecho al aborto, que fue aprobada por el Congreso, pero finalmente fue rechazada por el Senado en agosto de 2018.
Al principio puede parecer que estamos ante un film susceptible de ser estudiado como ejemplo de todo tipo de manipulación (verdades a medias, pasar de una acción dramática concreta a lo general para justificar reacciones, imágenes superpuestas a un contexto que le otorga un valor determinado…). Sin embargo, transcurridos unos pocos minutos, los argumentos resultan tan burdos que ya se comprende que el documental no encierra ningún fondo mínimamente razonado. Se limita a ofrecer una sucesión de personajes vocingleros, gritos y declaraciones que confluyen en la consigna de la legalización del aborto.
No hay ninguna presentación estructurada de la cuestión que pudiera prestarse a la reflexión y a la discusión. No hay más que escenas de actitudes vociferantes para imponer (que no argumentar) su postura y una cascada de descalificaciones a quienes no piensan lo mismo. Por supuesto no hay ni la más mínima intención de dar otra respuesta que el insulto. Los contrarios al aborto son acusados de todos los males que aquejan a las mujeres argentinas, incluso la muerte por cáncer.
Las intervenciones de los colectivos pro-vida aparecen como para demostrar ecuanimidad, pero es totalmente falso, pura manipulación. Las declaraciones elegidas están elegidas de forma que, prácticamente, redundan a favor de la propuesta abortista, excepto algún caso de gran brevedad y perdido en el maremágnum de la acumulación desordenada de información.
Es un intento de imposición a base de gritos, apelando al sentimentalismo irracional. El problema existe y es muy grave, pero ni la solución a todos los males está en la legalización del aborto ni eliminar una vida puede ser contemplado como un derecho.
Ochenta minutos interminables porque la película es plúmbea hasta la extenuación.