Cine y Valores

El plan

Título original: 
El plan
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2019
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
80
Contenido formativo: 
Crítica: 

TRES PERDEDORES EN BUSCA DE UN PLAN

Paco, Ramón y Andrade son tres amigos que están en el paro. Son el paradigma del perdedor, todo en ellos ha sido siempre un fracaso. Hoy han quedado a las 9 de la mañana porque tienen un plan.

Paco está descompuesto, impaciente, rotos los nervios, actuando como si fuera el cerebro del grupo. Ramón parece el más sereno y equilibrado de los tres. Reflexiona en voz alta y se hace constantes preguntas psicológicas de hondo calado, que llegan a desconcertar a Paco. Pero, aunque su intervención para mediar entre Andrade y su madre está llena de buenos sentimientos y sentido común, su forma compulsiva de comer pipas y su necesidad de beber una cerveza tras otras a una hora tan temprana de la mañana resultan bastante inquietantes. Andrade parece un inmaduro, desaliñado, extranjero en su propia vida, fumando porros sin parar para sobrevivir.

Son tres derrotados antes de entablar batalla, sin pasado al que acogerse, con un presente tejido de humillaciones y sin un horizonte distinto de lo ya vivido y sufrido. Tres perdedores en su esencia, perdidos ellos mismos en el mar proceloso de una vida hostil sin puerto al que arribar. Tal vez ahora, el plan

La película es la obra de teatro de Ignasi Vidal llevada tal cual al cine. Cumple perfectamente la regla de las tres unidades tal como la expuso Aristóteles en su Poética, que triunfó plenamente en la Francia del s. XVII, pero no en España, donde fue vilipendiada por nuestro Lope de Vega en su Arte nuevo de hacer comedias:

  • Unidad de lugar: Un solo escenario (o con muy pocos retoques), por el que se mueven los personajes.
  • Unidad de tiempo: El tiempo interno no debe pasar de 24 horas.
  • Unidad de acción: Una sola trama principal.

En la película, prácticamente todo tiene lugar en la casa de Paco (salón y terraza contigua), salvo unos breves momentos de Ramón aseándose en su baño (aunque la casa no se ve, la cámara se centra en el personaje), y una brevísima escena en la acera, frente a la puerta de Paco. El tiempo es muy breve, apenas unas pocas horas de esa aciaga mañana. La acción es la conversación de los tres amigos, que va haciendo aflorar las derrotas y las miserias vitales de cada uno de ellos.

El guion es muy bueno, extraordinario incluso y el ritmo del film es todo un alarde de pulso contenido y bien llevado. Con tan poco argumento, la película mantiene la atención y la tensión del espectador sin decaer ni por un segundo. El dramatismo es tremendo, porque no son víctimas de desgracias que les vienen de fuera, como en las tragedias clásicas griegas, es que son perdedores. Lo son en ellos mismos y, por tanto, no es que pierdan una y otra vez, es que son incapaces de ganar. Sal que el plan

Pero, en realidad, lo mejor de la película es el brillante trabajo de tres actores que van dejando percibir poco a poco, muy bien dosificado, la sombría tristeza sin salida que hay en sus vidas, la humillación que los ha ido doblando hasta llegar al plan como única posible salida.

Una película muy dura, pero muy interesante y con un trabajo actoral absolutamente magistral