LOS SUEÑOS SUEÑOS SON
Brasil, década de los 50 del pasado siglo. Guida, de 20 años, y Eurídice, de 18, son dos hermanas inseparables. Ambas han sido educadas para ser invisibles, en una sociedad paternalista como la brasileña de ese momento. Pero las dos chicas no se conforman y sueñan con un porvenir espléndido. Guida piensa casarse y vivir una historia de amor intensa, Euridice quiere ir a Viena para formarse y empezar una gran carrera de pianista. Pero la vida real no es tan maleable como los sueños.
Es una película claramente de mujeres, de personajes feministas. El núcleo del guion es la relación entrañable de las dos hermanas, Guida y Eurídice, que acaparan protagonismo y presencia en pantalla, y todos los demás aparecen difuminados. Aunque la actitud de los padres, Manuel y Ana Gusmão, tiene una importancia determinante en el desarrollo de la acción, él, empleado en una panadería, por su autoritarismo despótico, ella, ama de casa, por su incapacidad de tomar una decisión ni de enfrentarse a su marido, en el film aparecen las consecuencias de su influencia en sus hijas, pero los personajes aparecen difuminados. Del mismo modo que Antenor, el marido de Eurídice, y el resto del reparto son secundarios al servicio del esplendor de las dos protagonistas, con la única excepción de la veterana Fernanda Montenegro, que encarna a Eurídice ya anciana de forma excepcional.
Sin ser nada excepcional, resulta entretenida.