EL MILAGRO DEL AMOR
Primer documental de Jesús García Colomer, centrado en la labor de los miembros de la Asociación “Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes”, conocidos como los Hospitalarios (que da título al film), que dos veces al año, en mayo y en octubre, acompañan y cuidan a los enfermos que desean peregrinar al santuario de Lourdes.
En 1858, en la gruta de Massabielle, no muy lejos de la ciudad de Lourdes la Virgen María se apareció en varias ocasiones a una niña de 14 años, Bernadette Soubirous. En el lugar brotó un manantial, cuyas aguas tienen propiedades sanadoras, que han sido ocasión de curaciones milagrosas comprobadas. A lo largo de los años, la conocida como Gruta de Lourdes ha sido destino de innumerables peregrinaciones de diversas partes del mundo. La primera peregrinación desde Madrid se organizó en el año 1958, a los cien años de las apariciones.
García Colomer ha querido mostrar esa increíble realidad desde dentro, desde los protagonistas de ese milagro de amor. Y ha tenido el acierto de no presentar ningún caso de curación milagrosa, sino de focalizar las vivencias humanas y religiosas de numerosos enfermos que en Lourdes han encontrado el sentido de su vida. Es conmovedor escucharles expresar la clara experiencia que tienen del amor de Dios y de la ternura de la Madre, que los abraza y los acompaña.
La película es una historia de relaciones personales fecundas y valiosas. Hay escenas que muestran la realidad del Santuario de Lourdes, las sillas de los enfermos llevada por los voluntarios, las procesiones, la gruta y las piscinas, las habitaciones, la convivencia y las risas. Pero lo nuclear del documental son los testimonios de unos y otros. Los voluntarios que llevan a cabo una ejemplar labor de entrega generosa… y que aseguran que reciben mucho más de lo que dan. Los enfermos, que se sienten sanados por dentro y confiesan que el milagro Se ha obrado en su alma.
Hay mucha grandeza humana en esa cinta, como Ángel y Vicenta, el matrimonio tan orgulloso de los progresos de sus hijos discapacitados, o el enfermo que cuando perdió a su madre, a la que estaba muy unido, sumido en el dolor le preguntó a la Virgen si quería ser su madre y percibió perfectamente el sí de María, que ya siempre ha estado a su lado.
Evidentemente los creyentes vibraran con el contenido religioso del film, pero García Colomer ha reflejado la realidad de Lourdes tal cual, sin hacer ninguna interpretación. Por tanto es un documento interesante y veraz para todo aquel que quiera conocer qué sucede en ese lugar, que los enfermos recobran la alegría de vivir; qué extraña experiencia es esa que hace que las personas se sientan envueltas en tanto afecto que las quejas por el dolor se conviertan en agradecimiento por el amor, y las plegarias tengan el perfume de la solidaridad, la confianza y la fe.
Es una película para no perdérsela.