UN ESPECTÁCULO DE MÁXIMA CALIDAD
En el Londres del siglo XI, una pobre madre acaba de morir dejando tres pequeños huérfanos. El pequeño Rob J. Cole se queda solo y desamparado, pero pronto es adoptado por Barber, un cirujano barbero, que ha visto en el niño un extraño don: solo con el roce de sus manos es capaz de predecir la muerte. Hasta los diecinueve años, Rob recorre Inglaterra como aprendiz de Barber. Con él aprende el arte de ganarse la vida entre trabajo y picaresca, pero, sobre todo, va despertándose en él una ardiente pasión por la medicina y grandes deseos de aprender. Así, cuando un médico judío le habla de la existencia de una escuela de medicina en Persia, dirigida por el Avicena, el mejor médico de la época, Rob se lanza a la aventura, dispuesto a arrostrar cualquier dificultad o peligro con tal de llegar a ser discípulo del maestro Avicena.
Durante su periplo, cruzando el desierto en una caravana, conoce a Mary una hermosa joven escocesa pelirroja de la que se enamora profundamente, pero de la que debe separarse por el momento, esperando que sus vidas vuelvan a cruzarse. Llegado a Ispashán, sus habilidades naturales, su buena disposición al trabajo y la profunda admiración que siente por Avicena, hacen que este lo considere uno de sus discípulos más cercanos, y Rob se convierte pronto en un gran médico.
Sin embargo, una terrible epidemia, la guerra y la presencia en el trono de un Sha déspota y tirano sacudirán la vida de Rob y de su joven esposa. Sus dos grandes amores, su mujer y la medicina, le darán las fuerzas necesarias para no hundirse y recobrar la ilusión de una nueva vida.
La música original de la obra es una auténtica maravilla. Iván Macías ha compuesto una partitura excepcional, vibrante y de tintes épicos, que conmueve de principio a fin, con momentos especialmente sublimes y canciones de una belleza conmovedora. Contribuyen también las impecables letras de tales canciones, obra de Félix Amador, el autor del magnífico libreto. Sin duda no era tarea fácil llevar a las tablas la famosa novela del escritor estadounidense Noah Gordon, pero lo han logrado con creces. Cuando ambos autores, de la partitura y del libreto, presentaron al mismo Noah Gordon la grabación del prólogo, este exclamó emocionado ‘Estoy oyendo mi libro’. Es el juicio más certero que puede hacerse de El Médico. El musical.
Es difícil destacar una canción en una banda sonora de tal calidad. Podríamos nombrar Escrito en las estrellas, interpretada por Adrián Salzedo (Rob J. Cole) y Sofía Escobar (Mary), pero sin que eso implique menospreciar otras voces y otras piezas, porque todo el conjunto es un prodigio de calidad. El trabajo actoral, formado por más de cuarenta actores, es soberbio. Y hay que felicitar también a la orquesta, dirigida por el propio Macías.
José Luis Sixto y Francesc Abós en labores de dirección y Alfons Flores responsable de la escenografía consiguen presentar un musical de una calidad a la altura de lo mejor que podamos imaginar. Habría que seguir felicitando: a Lorenzo Caprile por el vestuario, a Jorge Blass por los efectos mágicos, a Luis Perdiguero por la iluminación, Olly Steel por el sonido, a Feliciano San Román, por la peluquería y maquillaje… Todo está cuidado hasta el último detalle, para ofrecer un espectáculo inolvidable. Nadie debería dejar de verlo, disfrutarlo y sentirse bien orgulloso de una producción española de tan alto nivel.