EL ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD SENTIMENTAL
Bea es una brillante arquitecta que regresa al pueblo con su familia, bastante anómala por cierto, para recuperarse de un desengaño amoroso y un bache profesional. En un mismo día, y con una relación causa efecto, se enteró de que su novio le había sido infiel con una famosa periodista de televisión, y, acto seguido, se quedó ella misma sin trabajo. Desconcertada y furiosa va a refugiarse con su madre, una mujer extravagante que es capaz de diagnosticar toda suerte de enfermedades pero no sabe curar ninguna, y que nunca ha cobrado con dinero sino en especies. Allí están también sus tres hermanos: Irene, madre de un adolescente y divorciada, que se dedica a la política local, Débora, medio histérica con su bebe siempre atado a su cuerpo, y León, el más joven, homosexual y enamorado de un policía municipal. En el pueblo Bea conoce a un vecino viudo y padre de una niña, que conduce un ridículo Mercedes antiguo pintado de rosa. Todo lo demás es predecible.
Segunda de la novelas de Laura Norton -pseudónimo bajo el que nadie sabe quién se esconde- llevadas al cine. La primera, dirigida por María Ripoll en 2016, fue No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas. En ambos films se ha respetado el título exacto de los libros y en ambos casos es lo más sugerente de la película. Realmente los títulos consiguen llamar la atención. Lo que viene después defrauda.
En la película, parece que se apuntan temas que, en principio, pudieran ser interesantes, como la frivolidad en las relaciones sentimentales, la fingida pose de liberal moderno, cuando en realidad la sensibilidad y los celos no dejan de estar presentes, la hipocresía de algunos políticos, la utilización de los medios no para informar sino para promover el escándalo y ganar audiencia, la falta de expectativas de no pocos jóvenes… Y, cómo no, unas buenas pinceladas de ecologismo, liberación sexual -con la presencia de un enano, que lejos de aportar comicidad, incomoda y hace sentir vergüenza ajena-, algo de feminismo… No falta nada. Pero no se trata nada. Y tampoco tiene gracia.
Carmen Maura es lo mejor del film. También Alexandra Jiménez hace un buen trabajo. Pero ambas son personajes secundarios, no pueden llevar el peso de la película y sacarla a flote. El resto del elenco, sin estar mal, no está como para echar cohetes. Como la película en su conjunto.