¿DÓNDE ESTÁ LA «GRACIA»?
Lucía, madre soltera, está agobiada en todos los ámbitos de su vida: acaba de romper con su novio por una infidelidad y lo ha echado de casa, está preocupada por Rosa, su hija adolescente con la que no logra entenderse, y en su actividad laboral todo son problemas. Es topógrafo de profesión y cuando, por fin, a través de un «enigmático» amigo, encuentra un trabajo en la construcción de unas grandes instalaciones, empieza a descubrir la inexactitud de los mapas que están utilizando para los informes oficiales. Se siente entonces sacudida por una lucha interior: si obedece a su sentido ético y se niega a firmar un documento falso, sin duda perderá su empleo. Si no lo hace, será ella misma cómplice de corrupción. Su vida está totalmente revuelta y, para acabar de crearle tensión, una misteriosa mujer extranjera se le aparece repetidamente, le dice que es la «Madonna» y le ordena que en esos terrenos se construya una iglesia.
El guion es insulso, no se sabe a dónde va ni qué pretende. Alba Rohrwacher hace un buen trabajo, pero su labor queda como perdida en medio de ese dislate en el que lo único aprovechable es una cierta elegancia italiana en el gusto por la belleza formal de las imágenes. En el film de Zanasi, aparece el tema de la corrupción, pero prácticamente solo lo nombra, no lo analiza ni, menos aún, lo denuncia. A pesar de que las apariciones de la «Madonna» son centrales en el desarrollo del argumento, tampoco las trata con un mínimo rigor ni con un ápice de verosimilitud. Todo resulta impostado hasta el absurdo. No es irreverente, hay que reconocerlo, pero no lo es, no porque el personaje de la presunta Madonna sea especialmente tratado con respeto, sino porque un personaje tan desatinado como la mujer que se aparece ni como caricatura puede ser identificado con la Virgen.
Al principio, la película intriga un poco, pero todas las cuestiones insólitas que plantea acaban diluyéndose, hasta que el final deriva hacia una exaltación de la ecología capaz de superar el despropósito de la trama. La gracia de Lucía pretende ser una comedia, pero no consigue provocar una sola carcajada y ni tan siquiera suscita una leve sonrisa. Un film fallido a pesar de que obtuvo en Cannes el premio Label Europa Cinema. ¿Habrá sido un milagro de la Madonna de las apariciones?