PASIÓN POR LA ESCRITURA

La vida de J.D. Salinger, centrada especialmente en las azarosas circunstancias que rodearon la creación de su obra más famosa, El guardián entre el centeno, desde la juventud del autor, marcada por las agitadas relaciones con Oona O’Neill, su amante, y con Whit Burnett, su mentor, y por la experiencia personal de los horrores de la Segunda Guerra Mundial.

Tal vez el título puede llevar a pensar que se trata de una historia basada en la citada novela de Salinger, El guardián entre el centeno, cuando en realidad se trata de un biopic del autor. En el pasado, en vida del mismo Salinger, grandes cineastas, como Billy Wilder y Elia Kazan, trataron de adaptar la obra a la pantalla, pero toparon con el rechazo del autor. Todavía hoy, los herederos siguen negándose a cualquier proyecto en ese sentido.

La originalidad de la historia de Kenneth Slawenski, autor del libro J.D. Salinger, que inspira el guion del film, es presentar una cierta identificación entre Salinger y Holden Caulfield, el personaje protagonista de El guardián entre el centeno, paradigma del joven rebelde.

Nicholas Hoult no consigue transmitir la ardiente pasión interior de Salinger ni su evolución personal desde sus amores, deseos y luchas de juventud hasta el rechazo de toda relación. Pero lo peor resulta cuando comparte pantalla con un actor de la talla de Kevin Spacey, quien desborda con mucho cuanto podía esperarse del personaje de Whit Burnett.  

La película está rodada con corrección, pero no consigue evocar la ardiente y casi destructiva pasión por la escritura de un autor que, por su amor a las letras, acabó por aislarse del mundo.