Nazaret, unos meses a.C. Un asno pequeño vive amargado porque está constantemente encerrado, dando vueltas a la rueda de un molino, sin poder ver la calle más que por un pequeño agujero. Sueña con liberarse de sus ligaduras y salir a recorrer mundo con su gran amigo Dave, una divertida paloma aventurera, empeñada en que ambos se unan a la caravana real. Cuando por fin el burrito consigue huir corriendo, perseguido por el temible molinero, da un traspiés, se lastima una pata y, cojeando, se refugia en la casa de unos recién casados, María y José. La joven se apiada del animal, le entablilla la pata, le prepara un lecho para que descanse y se recupere y le da el nombre de Bo.
María y José deben viajar a Belén para inscribirse en el censo que ha ordenado el César. Mientras tanto, unos Magos de Oriente que siguen una misteriosa y refulgente estrella, se presentan ante el rey Herodes para preguntarle por el nuevo Rey de los judíos. Herodes concibe un plan para eliminar a ese presunto nuevo Rey, y envía a un malvado sicario, con dos terribles perros, a que lo busque y lo mate. Por su parte, Bo y Dave van a cumplir su sueño de incorporarse a la caravana real, y en el camino conocen a la adorable oveja Ruth que no ha logrado convencer a su rebaño de seguir la estrella maravillosa. También los tres hilarantes camellos de los Magos van tras la estrella, mientras que otros excéntricos animales están ya en el portal inundado de luz, esperando el próximo acontecimiento. Todos esos animales se convertirán en los héroes de la primera Navidad. Arman el belén, en los dos sentidos de la expresión: montan la primera escena del nacimiento de Jesús, y arman un lío de mucho cuidado.
José y María aparecen como dos jóvenes encantadores. Él un poco gruñón por tantos problemas y obstáculos como se le acumulan. Ella es dulce y afectuosa, pero también algo bromista y muy comprensiva con los enfados de José, y con mucha habilidad para apaciguarlo. Es un precioso cuento para niños, lleno de escenas graciosas y alocadas pero la narración, pero al mismo tiempo los personajes humanos son totalmente fieles a la realidad en lo esencial. El hilo conductor de la narración sigue los relatos bíblicos, incluso con diálogos textuales.
Es una historia repleta de valores (bondad, generosidad, amistad, perdón, amor, fe, coraje…) y de contenido teológico (el valor de la oración; abandonar el mal supone recobrar la libertad; el pecador arrepentido es perdonado y tiene su lugar junto a Jesús; quien se empecina en ser malo, él mismo se destruye…). No podemos dar más detalles porque supondría hacer un spoiler de la película.
Los dibujos son de mucha calidad, la película, además de muy divertida, es muy buena en la forma y en el fondo. Totalmente recomendable para ver en familia y comentarla después para ayudar a los niños a sacarle todo el contenido formativo. Y, por supuesto, es un formidable instrumento catequético.