Año de 1914. Friend, un joven oficial meteorológico, antiguo guerrillero irlandés, es enviado a una isla desértica del Océano Antártico, alejada de las principales rutas marítimas, en la que deberá permanecer durante un año con la misión de medir la intensidad y la dirección de los vientos. En la isla no hay más que un faro y la casa abandonada del antiguo oficial atmosférico, al que se da por fallecido. El único habitante de la isla es Gruner, un misterioso farero ruso, hosco y desagradable, que lleva una vida solitaria -o casi- y se muestra agresivo hacia el recién llegado.
En la primera noche en su cabaña, Friend sufre el ataque virulento de unos extraños seres procedentes del mar, que se va a repetir en los días siguientes, siempre en la oscuridad de la noche. Incapaz de resistir solo, no tarda en instalarse en el faro y unir esfuerzos con Gruner para rechazar el asalto de esa ingente masa de animales de una especie desconocida, que cada día, a partir de la puesta de sol, asaltan el faro. Sometidos a una extrema tensión, sin entender las razones de esas embestidas en la oscuridad de la noche, los dos hombres tienen que plantearse cómo enfrentarse a lo desconocido para asegurar su supervivencia. La forzada cautividad en el faro y el permanente estado de inquietud hace muy difícil la convivencia pero, al mismo tiempo, les hace replantearse lo más recóndito y oscuro de sus personas.
El director francés Xavier Gens adapta una novela de Albert Sánchez Piñol en un film entre el género fantástico y el terror. Los espectaculares escenarios naturales de la película se rodaron en la isla canaria de Lanzarote, de una belleza inquietante. La fotografía es muy buena, no sólo por los paisajes, sino también en las apariciones entre sombras de las agresivas extrañas criaturas que surgen de la mar. Es notable también la caracterización de esa rara especie a medio camino entre anfibios y humanoides. Los dos actores protagonistas, David Oakes, Aura Garrido y Ray Stevenson, hacen un buen trabajo, si bien Aura Garrido está irreconocible en su personaje de sirena-mascota. El resto del elenco, John Benfield, Iván González y Ben Temple, entre otros, cumple bien.
Al inicio de la película, la historia intriga y atrapa, pero poco a poco la tensión va aflojando y se tiene la sensación de que el hilo narrativo se limita a una serie de escenas repetitivas de terror y violencia. La trama va a la deriva, no se sabe ni de dónde procede tanto odio, ni el porqué de los ataques, ni realmente quién es quién. Las grandes preguntas existenciales se limitan a ser nombradas, pero de pasada, sin que se plantee nada con un mínimo rigor.