Ron Howard nos ofrece un documental sobres los primeros años de la carrera de los Beatles, el mítico grupo británico, desde 1962 hasta 1966, que fueron una época marcada por las incesante giras por todo el mundo. Howard utiliza una gran cantidad de imágenes de conciertos, viajes, fans…, pero también documentos personales, que nos muestran cómo entre esos cuatro jóvenes se fue cimentando una profunda relación de amistad. Tenían una total sintonía entre ellos en la forma de trabajar –componer, tocar, ensayar…- y a la hora de tomar decisiones, siempre por consenso sin que ninguno se impusiera. Vivían con el optimismo y la alegría de cuatro jóvenes que se llevaban bien, hacían la música que les gustaba y veían como cada día les sonreía el éxito.

Howard no pretende hacer una historia exhaustiva del grupo, sino que se ciñe exclusivamente a esos cuatro años de conciertos, desde el Cavern club de Liverpool, cuando conocen a Brian Epstein, el que sería su mánager y auténtico artífice de los Beatles, hasta el último en el Candlestick Park de San Francisco. Fue una época espléndida en lo musical y en lo personal: tenían el éxito que jamás hubieran podido soñar y, además, estaban unidos entre ellos, eran jóvenes divertidos, ocurrentes, bromistas, felices.

Un gran acierto de Howard es insertar imágenes actuales de supervivientes del grupo, PaulMcCartney y Ringo Starr, periodistas que vivieron esa época, como Larry Kane, y diversas personalidades del cine y de la música, como Whoopi Goldberg y Elvis Costello entre otros. La película presta especial atención a la fama y la influencia de los Beatles en los jóvenes estadounidenses, en unos años en los que se sucedieron acontecimientos tan tremendos como el asesinato del Presidente Kennedy, la guerra de Vietnam y la discriminación racista. No es de extrañar si tenemos en cuenta que el documental es un producto americano.

La película constituye un auténtico deleite para los nostálgicos que vivieron esa época, y no menos para los que han descubierto posteriormente la música de los chicos de Liverpool, que revolucionaron la música de los 60.

La productora de los productos de los Beatles, Apple Records, ha decidido que el estreno tendrá lugar simultáneamente el 15 de septiembre en todos los lugares donde se proyecte y que la película sólo permanecerá ocho días en las salas. Tras el documental se proyectará el concierto «The Beatles at Shea Stadium», en Nueva York. Son 30 minutos inéditos con el sonido remasterizado. Con la advertencia de que el futuro DVD o Blue-Ray de «The Beatles: Eight Days a Week» no incluirá dicho concierto. De modo que quien quiera ver ese documento no tiene más remedio que aprovechar esa única semana.