Detective Miller-BRUCE MCGILL; Macon-KWESI BOAKYE; Billy-DIEGO KLATTENHOFF; Anthony-CEDRIC PENDLETON; Sam Niña-EMILY ROLLINS
Samantha Crawford vive una vida idílica en pleno campo, con un marido maravilloso al que adora, dedicada a escribir y dibujar deliciosos cuentos. Pero un día aciago, Billy, su marido, es asesinado en el barrio negro de la ciudad, “la comunidad”. Sam se hunde en una total desesperación, hasta el punto que se plantea quitarse la vida en el mismo lugar en que su esposo fue abatido.
Un suceso dramático y fortuito le hace abandonar su intento, justo unos segundos antes de apretar el gatillo de su pistola. A partir de ahí, de forma casual, se encuentra con un antiguo amigo de infancia, Joe Bradford. Éste, tras una vida azarosa que le llevó a pasar ocho años en la cárcel, y a pesar de su grave enfermedad de riñón, es en la actualidad un hombre totalmente entregado a la atención de niños desfavorecidos en situación de riesgo, en el mismo barrio de “la comunidad”. Sam es muy bien acogida por el grupo y se va involucrando cada vez más en la atención a los niños marginados.
Entre los habitantes de la zona, cree identificar al asesino de su marido, y se despiertan en ella fuertes sentimientos de odio y venganza. Pero la vida no es tan sencilla y los juicios corren el riesgo de no ser acertados, pues las pasiones vuelven al hombre ciego para la verdad y la justicia.
Al final de la historia, una Sam en paz consigo misma recuerda las sabias palabras de su marido, que constituyen una síntesis de la película: “En el mundo hay suficiente amor para todos. Lo único que hay que hace es compartirlo”.
El film está basado en hechos reales, adaptados para dar lugar a un guión cinematográfico que, a pesar de no pocos clichés, consigue prender la atención del espectador, conmueve y emociona. Los actores –todos ellos– llevan a cabo unas interpretaciones creíbles que dan verosimilitud a una historia que, en su esencia, es de por sí verídica. Joe Bradford, “Papa Joe” y su esposa crearon en 2005 una organización para atender a niños menesterosos y sus familias, y en ese empeño siguen comprometidos en la actualidad.
Es una película hecha con escasez de medios, pero con elegancia y buen gusto, y que deja en el espectador la semilla de un reto por el compromiso de hacer germinar en el mundo amor suficiente para que ningún niño carezca de lo imprescindible. Nadie debería perdérsela.