Inquietante película, basada en la dramática historia de los hermanos Mark y David Schultz, medallistas olímpicos de lucha libre. Mark está atravesando un momento difícil, sin recursos y, lo que es peor, sin que nadie se acuerde de él, excepto su hermano David, que sigue siendo su entrenador y ocupándose de él como ha hecho desde la infancia. Inesperadamente, recibe la llamada de John Du Pont, uno de los hombres más ricos de EE.UU., que le invita a viajar a su lujosa granja Foxcatcher. Allí pone a disposición del luchador una vivienda como jamás había podido soñar y lo colma de atenciones. Su objetivo es que monten juntos un equipo de lucha para los Juegos de Seúl 1988. David, también invitado por el magnate, rechaza por el momento porque su prioridad es su propia familia, sus dos hijos y su esposa. Esta situación propicia que Mark adquiera una cierta autonomía, pues siempre había vivido, en cierto modo, a la sombra de su protector hermano.
Entre el luchador y Du Pont nace una relación casi filial, como si la figura paterna, que Mark tanto necesita, se hubiera trasladado de David al nuevo mentor. Son dos personajes psicológicamente complicados y, cada cual a su estilo, profundamente atormentados. Mark por la ausencia del padre desde que tenía dos años, John por la omnipresencia castradora de una madre que le ha impedido desarrollarse. Lo que en principio parecía una reconfortante y sólida amistad, acaba derivando en una violenta relación de celos y venganza que asola cuanto encuentra a su paso.
La narración deportiva, que hará las delicias de los amantes de la lucha libre, funciona como un hilo conductor para dar a conocer la inestabilidad emocional y el desequilibrio psíquico del excéntrico Du Pont y la inseguridad personal del luchador, tan fuerte y seguro en el deporte como frágil e indeciso en sus relaciones personales.
Los actores están todos fantásticos, especialmente los tres principales. Entre ellos destaca Steve Carell, totalmente transformado en su caracterización, quien lleva a cabo una labor magistral encarnando al perturbado millonario. Vanessa Redgrave, por su parte, en un corto pero intenso papel, es capaz de llenar la pantalla y la historia con su sola presencia.
“Foxcatcher” es aparentemente una historia simple, fiel a hechos acaecidos recientemente. Sin embargo tiene un fondo denso y complejo, con el retrato de personas con mentes atribuladas y juguetes de sus más oscuras pulsiones. Y tal vez, la película encierre también el aviso de que el sueño americano por la excelencia en los deportes tiene mucho de pesadilla y de pasiones humanas inconfesables. O sería más exacto decir, el sueño del hombre de hoy de alcanzar metas y lograr triunfos por oscuros atajos sin atender a lo realmente valioso. El deporte sólo puede ser motivo de orgullo para un país o para un colectivo si, ante todo, hace mejores personas a los deportistas y constituye un estímulo y un ejemplo de hombría de bien. Sólo así cobra sentido el reto de “citius, altius, fortius” y el sano orgullo de los símbolos nacionales.
Un gran película con una historia perturbadora capaz de atrapar incluso a quien no sienta ni la más mínima atracción por el deporte de la lucha libre. Altamente recomendable.
Foxcatcher
Título original:
Foxcatcher
Género:
Puntuación:
(1 vote)
Publico recomendado:
País:
Año:
2014
Dirección:
Guión:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
134
Contenido formativo:
Crítica: