Cine y Valores

Mejor otro día

Título original: 
A Long Way Down
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2014
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
96
Contenido formativo: 
Crítica: 

Ruidosa y brillante noche de fin de año en Londres. En lo alto de un rascacielos, un hombre ha decidido poner fin a su existencia saltando al vacío. Cuando está apurando el último cigarro de su vida, una voz de mujer tras él le insta a apresurarse porque ella, a su vez, espera su turno para lanzarse al abismo. Al momento aparecen otros dos candidatos a suicidas. La sorpresa por tan extraña coincidencia los desconcierta hasta tal punto que ninguno de ellos llega a consumar su macabro propósito.
Constituyen un grupo variopinto sin, aparentemente, nada en común entre sus componentes: Martin (Pierce Brosnan), exitoso presentador televisivo que ha perdido todo, familia, fama y dinero después de haber protagonizado una aventura con una menor; Maureen (Toni Collette), madre abnegada de un hijo con graves discapacidades; J.J. (Aaron Paul), músico fracasado y repartidor de pizzas; y Jess (Imogen Poots), una jovencilla que se siente incomprendida y desatendida por su padre, celebre político, y despreciada por su chico, patético drogadicto.
Pero, a pesar de sus radicales diferencias, surge entre ellos un curioso vínculo de afecto y solidaridad. Curioso porque si bien se protegen unos a otros y se ayudan a vivir, están todos de acuerdo en poner fin a sus vidas en otra fecha tan emblemática como la Noche Vieja: el día de S. Valentín.
El punto de partida es prometedor, con una mezcla de tensión, comicidad e intriga por las razones que han llevado a los personajes a esa situación límite. Pero el resultado de la película es irregular. Tiene momentos logrados que provocan la carcajada, pero la película es irregular, porque las historias faltan de contenido y no logran emocionar al espectador.
Los actores, especialmente Piercen Brosnan y Toni Collette, llevan a cabo un buen trabajo que logra mantener a flote una historia a la que le faltan las dosis de surrealismo y locura que sugería al principio, y finalmente se queda en un producto entretenido, tragicómico, que apenas si da nada de lo que ofrecía en esas primeras escenas en la azotea.