Cine y Valores

Lejos de los hombres

Título original: 
Loin des hommes
Género: 
Puntuación: 
6

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Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2014
Dirección: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
101
Contenido formativo: 
Crítica: 

Argelia 1954. Daru es un maestro de escuela francés, hijo de españoles, que enseña a niños y niñas “árabes” a leer en francés y a adquirir rudimentos de cultura. Viudo desde hace unos años, vive solo, en el mismo edificio de la escuela, con la conciencia de estar haciendo una buena labor abriendo a sus pequeños alumnos al mundo de la cultura. Pero un día, un policía francés amigo suyo llega para encomendarle a Mohammed, un argelino acusado de asesinar a su primo. La policía no puede prescindir de ninguno de sus hombres a causa de las incursiones de los rebeldes, por lo que Daru es el encargado de llevar al argelino a la ciudad para entregarlo a las autoridades francesas que han de juzgarlo. A partir de ese momento Daru y Mohammed empiezan a vivir una peligrosa aventura de supervivencia, casi a modo de western, por las montañas del Atlas.
Daru es un hombre bueno, de valores elevados. Es creyente –le vemos santiguarse antes de empezar a comer y lleva una medalla al cuello– y con unos principios éticos muy claros que le hacen respetar y defender la vida, así como rechazar la injusticia y la violencia. Cuando se ve forzado él mismo a disparar sobre un hombre, se encoleriza hasta casi perder los estribos porque ha destruido una vida, mientras mira con horror su mano manchada con la sangre del muerto. A lo largo de la historia, vemos cómo se revuelve contra la injusticia y la falta de respeto por el hombre y la vida. Mohammed, por su parte, no es propiamente un asesino, si bien es cierto que ha matado a un hombre. Es una buena persona que no ve más allá de las leyes y costumbres tribales y está dispuesto a entregar su propia vida para que nadie más salga perjudicado.
En esos terribles días de camino por la montaña, con la muerte acechándoles a cada instante, entre ambos hombres se produce un auténtico encuentro personal, en el cual se difuminan las diferencias entre dos razas, dos culturas, dos religiones. Daru le enseña a Mohammed a comprender que el valor de la persona es muy superior al de una ley tribal y a tener el coraje de ser libre y vivir.
La fotografía es preciosa y magnífica la luz de los amaneceres y atardeceres en el paisaje desértico de las montañas del Atlas. Viggo Mortensen y Reda Kateb llevan a cabo un gran trabajo dando vida a unos personajes atormentados y conmovedores. Son dos seres humanos desnudos, capaces de sobrevolar la realidad sórdida y densa de odio y muerte, empeñados en seguir defendiendo la dignidad de todo hombre y el valor de la vida.
La película da que pensar sobre la responsabilidad de todo hombre de no ceder jamás a una espiral de odio y violencia y colaborar a la resolución de conflictos con la firmeza de los grandes valores, que no se imponen por la fuerza, pero que acaban brillando por encima del caos.