Cine y Valores

La trinchera infinita

Título original: 
La trinchera infinita
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2019
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
147
Valores: 
Contenido formativo: 
Crítica: 

AMOR EN LA OSCURIDAD

Un pueblecito andaluz, verano de 1936. En España ha estallado la guerra civil. La zona se ha levantado en armas en contra del gobierno del Frente Popular. Higinio y Rosa llevan pocos meses casados y están en una situación muy comprometida, pues él, de ideología izquierdista, está acusado de actividades violentas y hay vecinos dispuestos a reclamar justicia. El guion tiene el acierto de no aclarar si es cierto o no que Higinio fuera culpable de los delitos que se le impugnan, con lo cual se aleja la imagen del maniqueísmo. No es una historia de buenos y malos, de inocentes y culpables, es solo una situación dramática, una más de las que provoca una guerra.

Cuando ve al ejército sublevado por las calles, Higinio se esconde en un agujero improvisado en su propia casa, esperando la ocasión propicia para poder salir. Pero ese momento tarda en llegar, la guerra continúa y después viene la paz, con el triunfo de los nacionales…

Las primeras escenas, cuando se plantea la situación, tienen mucha acción, el miedo es vivo, hay persecuciones y balas que rozan a pocos milímetros, pero después el movimiento se detiene abruptamente y la vida y la cámara quedan reducidas a los límites del zulo y poco más. Prácticamente, lo único que se ve de fuera es contemplado a través del angosto ángulo de visión de Higinio. Así el espectador va experimentando el mismo cansancio vital del ocultado, sobre cuyo ánimo los días y los meses que van pesando como losas. Y así tres décadas de vida, distribuidas en casi dos horas y media de metraje.

En ocasiones se encuentran películas dirigidas por dos personas, como los hermanos Jean-Pierre y Luc  Dardenne, pero es raro encontrarse con un trío director. En sus películas anteriores, Handia y Loreak, habían dirigido a dos, pero nunca los tres juntos. Y no es una labor fácil la que han emprendido con este film, puesto que, en general, hay un gran cansancio de “guerracivilismo”. Sin embargo, el triunvirato sabe utilizar el contexto pero como un simple “decorado”, porque lo que importa es el drama humano de dos personas, Higinio y Rosa, que se aman por encima de cualquier circunstancia. Los directores hacen un trabajo magnífico, muy merecidamente reconocido en el Festival de San Sebastián 2019, en el que han recibido la Concha de plata a la mejor dirección, además del Premio del jurado al mejor guión. Un guion, sólido y sin fisuras, que consigue que el larguísimo metraje no canse y la atención del espectador se mantenga viva de principio a fin. No ha debido de ser una labor fácil, puesto que la sensación de claustrofobia parece que debía acabar provocando rechazo.  

La fotografía de Javier Agirre es muy buena, con un claroscuro que, en lugar de agobiar, apacigua en medio de la tensión. Los dos personajes protagonistas son ricos y están bien definidos. El amor mutuo sin fisuras les da fuerza para soportar la situación angustiosa, en la que no dejan de aparecer sentimientos demoledores, como los celos y la desesperanza. Belén Cuesta y Antonio de la Torre realizan un trabajo magistral.

Hay alguna escena totalmente prescindible, como los encuentros de la pareja homosexual, que no aportan nada a la historia más que un gasto de minutos en una narración larga, que hubiera podido aligerarse un poco. Pero más que ese pequeño defecto, hay que destacar cómo se resuelve la narración. De una trama áspera y densa cabría esperar un final forzado. Por el contrario, la película se cierra con un encaje perfecto.

La película mereció ser votada por los periodistas especializados como mejor película de la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, y le otorgaron el Premio Feroz Zinemaldia de la prensa.