El documental es un género cinematográfico sin duda insuficientemente valorado por el gran público, cuando, en muchas ocasiones, como en el caso de “La sal de la tierra”, es de gran interés y alcanza una grandísima calidad. Dirigido por el propio hijo de Salgado –Juliano Ribeiro Salgado, que le acompañó en sus últimos viajes–, junto a Wim Wenders, también fotógrafo además de reconocido cineasta, el documental nos revela la vida y la obra de Sebastião Salgado.
Un hilo narrativo muy bien llevado va siguiendo la biografía personal de Salgado –sus recuerdos de infancia en su Brasil natal, sus padres, su esposa, los dos hijos, el pequeño de los cuales con síndrome de Down…– y su labor como fotógrafo a lo largo de los últimos 40 años. Se combinan armoniosamente las grabaciones en vídeo con las impactantes fotografías comentadas por el mismo autor, que nos va ofreciendo los distintos proyectos que llevó a cabo, siempre animado e impulsado por Leila, su esposa y, a su vez, editora de sus libros y comisaria de sus exposiciones.
Salgado ha estado presente en campos de refugiados, en las minas de oro de Sierra Pelada en Brasil, éxodos, Ruanda y otros lugares de África, Bosnia… La fotografía es, para él, una exigencia de solidaridad con el hombre. Se trata de “escribir con luz” –que es lo que significa etimológicamente “fotografía”–, captar con la cámara el íntimo sufrimiento de los individuos en circunstancias injustas y dolorosas. Le importan las personas, pero, como él mismo asegura, no tiene fe en la humanidad. Como Plauto cree que “Homo homini lupus”. Esta desconfianza en la posibilidad de nobleza en el espíritu humano, junto a las sobrecogedoras fotografías en blanco y negro, le dan al documental un tono pesimista y desesperanzado, paliado al final por el último trabajo del fotógrafo, el proyecto Génesis, dedicado a la gran belleza de la naturaleza.
“La sal de la tierra” es una obra visualmente magnífica, con un guión muy elaborado para que el interés no decaiga ni un solo momento. Pero se echa de menos un rayo de esperanza en la bondad del hombre, sin la cual la vida carecería de sentido y el compromiso por la regeneración de la naturaleza sería algo así como un camino a ninguna parte.
Muy recomendable para disfrutar de un espectáculo grandioso, estéticamente magnífico, y tomar conciencia de que en muchas partes de nuestro mundo reina la más cruel de las injusticias.
La Sal de la Tierra
Título original:
The Salt of the Earth
Género:
Puntuación:
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Publico recomendado:
Año:
2014
Dirección:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
100
Contenido formativo:
Crítica: