Cine y Valores

La lección

Título original: 
Urok
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2014
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
105
Contenido formativo: 
Crítica: 

La película presenta dos acciones distintas, cuyo punto de convergencia es Nadezhda, una profesora de inglés en una pequeña localidad búlgara. Un día, una de sus alumnas denuncia que le han robado el dinero de la comida. Nade invita al ladrón a devolver anónimamente lo que ha sustraído, pero lejos de eso, los robos se repiten. La profesora, está empeñada en descubrir al culpable para darle una lección. Más tarde, conoceremos que con el dinero sustraído, el ladronzuelo se compraba golosinas en el quiosco. Es decir, se trata de un robo, pequeño por la cantidad, pero sin ninguna justificación.
Paralelamente, algo muy serio perturba la vida anodina de esa mujer. Su marido, un hombre cariñoso pero un perfecto inútil, ha utilizado el cheque para pagar la hipoteca en comprar un objeto totalmente innecesario. Aterrorizada ante la perspectiva de perder su casa, Nade intenta por todos los medios conseguir el dinero necesario para evitar que el banco la saque a subasta. Al principio pide que le paguen el dinero que le deben por unos trabajos de traducción, implora al banco que le conceda un plazo… Pero todo es en vano, el desastre se cierne sobre la familia si no encuentra pronto una solución. Todo se convierte para ella en una auténtica carrera de obstáculos, y de forma inexorable se ve llevada al límite, hasta comprometer su propia integridad y su claro sentido de la honradez.
Aunque muy de lejos, Nade puede recordar a la protagonista de “Dos días y una noche” de los hermanos Dardenne. Ambas son personas normales, con vidas ordinarias, pero que, súbitamente, tienen que afrontar circunstancias extraordinarias. El egoísmo, la estupidez y la maldad de su entorno las empuja irremisiblemente hacia decisiones que las rompen por dentro.
LA LECCIÓN constituye un inquietante thriller, una auténtica pesadilla, que mantiene el ritmo preciso para mantener la tensión del espectador sin caer en la exageración ni dar un respiro. Margita Gosheva hace creíble a su personaje, expresa de forma conmovedora su evolución/caída desde su papel de profesora comprometida con la educación ética de sus alumnos, hasta el momento en que no es más que una mujer desesperada a quien no le queda más opción que elegir entre dos posibilidades, cuál es la más eficaz, la menos obscena, la menos denigrante. En definitiva, es el proceso de destrucción interna de una buena persona.
Ambos delitos acaban quedando impunes, el del alumno que robaba para darse caprichos, el de Nadezhda que ha actuado bajo la presión de una tragedia. Lo peor para ella ha sido la experiencia de perder su dignidad. No se siente capaz de dar a ningún niño una lección de probidad cuando ella misma ha traspasado la línea roja de lo permisible. La “lección” ha quedado en el aire, porque la profesora, resquebrajada en su interior, no tiene autoridad moral para corregir a nadie ni enseñar caminos de hombría de bien. Es una terrible metáfora de cómo un mundo corrompido como el nuestro no puede aspirar a ser modelo de las nuevas generaciones. Y lo más horrible es que, si eso fuera totalmente así en la realidad, no habría esperanza para la humanidad.