Cine y Valores

Foxfire.Confesiones de una banda de chicas

Título original: 
“Foxfire”
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2012
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
143
Contenido formativo: 
Crítica: 

1955. Una pequeña ciudad obrera en el estado de Nueva York. Un grupo de chicas adolescentes forman una sociedad secreta femenina y juran fidelidad a las reglas de la banda “Foxfire”. Su objetivo principal: abatir al varón.
En el instituto hay también una banda de muchachos, pero aparecen como asumiendo un rol dentro del sistema. Llevan cazadoras de cuero, son arrogantes y presumidos. Ocupan el lugar que les corresponde y se sienten orgullosos por ello. Por el contrario, la banda de chicas quiere ser “invisible” para desconcertar y poder atacar desde dentro. Se rebelan ante todo contra el machismo imperante, pero también contra la sociedad en general. El viejo comunista les da unas ciertas pautas ideológicas que ellas no acaban de captar, pero que les sirven para, de algún modo, dar un contenido a la banda.
No son propiamente feministas, por lo menos al modo como se entiende hoy. Sencillamente odian al varón y han decidido crear un mundo sin hombres. Viven juntas formando una comunidad solidaria, donde todo se comparte. Pero, cuando se acaban los recursos, hay que “ir a buscar el dinero donde está. En el bolsillo de los hombres. Porque nos pertenece”. A lo largo de la historia, la banda se vuelve más y más osada y agresiva, sin que en ningún momento asome ni un atisbo de sentido ético. Aunque pudiera parecer que entre ellas existe un sentimiento de amistad –especialmente entre Legs y Maddy–, al final queda patente que debajo de la ternura no hay nada, no es una unión en la que se busque el bien del otro ni el bien común. Su única meta es el mal, la destrucción de lo que les molesta. Así, aunque Legs ejerce una gran atracción sobre todas ellas, se trata de fascinación por sus cualidades de liderazgo, no de auténtico afecto. El amor es el gran ausente de la película. Toda la historia está teñida de la amargura de la desesperanza. “Legs era nuestra estrella fugaz”, dicen. Así es su concepción de la vida y de la muerte y el último mensaje que queda en la pantalla: “No creo en Dios y toda esa mierda. Ni en la inmortalidad del alma. Una llama es real mientras arde”.
Maddy, una de las primeras componentes de la banda y la más íntima amiga de Legs, cabecilla del grupo, ejerce de cronista. Es, a la vez, protagonista y testigo. Forma parte de las aventuras y al mismo tiempo su voz en off no deja de dar información al espectador que, de este modo, no se pierde detalle de cuanto acontece en todo momento.
Cantet lleva a cabo una buena película, con actores que están a la altura de un guión sólido y bien elaborado. La música –la romántica canción “Moulin Rouge”, en contraste con el sonido del rock and roll– marca perfectamente la ambigüedad propia de la adolescencia y, en el caso de la banda Foxfire, de una rebeldía desenfrenada pero sin un auténtico soporte de ideales. Es puro nihilismo que se resuelve en violencia y destrucción.