Cine y Valores

Dos días, una noche

Título original: 
Deux jours, une nuit
Género: 
Puntuación: 
9

Average: 9 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2014
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
95
Contenido formativo: 
Crítica: 

Después de un tiempo de baja por depresión, cuando por fin Sandra va a reincorporarse a su trabajo, es informada de que ha tenido lugar una votación en la empresa y la mayor parte de sus 16 compañeros han elegido que se amortice su puesto de trabajo a cambio de cobrar cada uno de ellos una prima. Sin embargo, la votación es muy cuestionable porque el encargado había presionado a los trabajadores para que se manifestaran a favor de esa paga extraordinaria. Por este motivo, el director acepta que el lunes se instale de nuevo a la urna y vuelvan a votar.
Sandra cuenta con el fin de semana para hablar con cada uno de sus compañeros y tratar de convencerlos de que renuncien a cobrar la prima y que ella pueda recuperar su puesto y su salario, absolutamente necesario para la supervivencia de la familia. Su marido estará junto a ella en todo momento, para apoyarla y animarla, mientras ella va enfrentándose, una a una, con las 16 personas que van a decidir sobre su vida y la de su familia. La película nos muestra cada uno de los encuentros –o desencuentros–, uno tras otro.
Los hermanos Dardenne consiguen mantener vivo el interés a lo largo de los distintos diálogos, a pesar de lo reiterativo de la situación. Sandra repite una y otra vez los mismos argumentos, pero cada persona responde de modo distinto. De forma poliédrica, los Dardenne van mostrando la grandeza y la miseria del ser humano, su fragilidad y su fortaleza. A la misma apelación, cada faceta del hombre reacciona de forma diferente: el egoísmo, la ambición, la humanidad, la amistad… La acción parece no avanzar, cada visita de Sandra es distinta a la anterior pero no deja intuir nada del desenlace final y la intriga sobre el resultado de la votación sigue hasta el final. Sin embargo, una vez hecho el escrutinio, todavía queda una cara del poliedro humano por mostrar.
La película pone al descubierto el dinamismo y la energía interior que brota de la opción por el amor y la solidaridad, frente a la violencia y la destrucción que engendra el egoísmo. Pero, entre el blanco y el negro, hay toda una gama de grises que conmueven y hasta desconciertan.
Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne nos ofrecen un film excelente, con una magnífica actuación de Marion Cotillard, muy bien secundada por el resto del elenco.
Película muy recomendable, de las que conmueven e interpelan y dejan un sólido poso para pensar y dialogar. Quizá cada espectador pueda preguntarse con cuál de los personajes se identificaría y hasta extraer de ello consecuencias muy importantes para el sentido de su propia vida.